Roban 9.600 euros de las donaciones a las Clarisas para la reforma del convento
Los ladrones entraron forzando una puerta mientras las religiosas estaban en misa y fueron directos al lugar donde estaba el dinero En cambio, dejaron una caja con varias joyas
Los ladrones sabían lo que hacían. Aprovecharon la hora en la que las monjas Clarisas de Villaviciosa se encontraban en misa, el pasado domingo, para acceder al convento. Fueron directos al lugar en el que las religiosas guardaban el dinero procedente de donaciones que, en las últimas semanas, han venido recogiendo para hacer frente a las obras de reforma que necesita el vetusto edificio, atacado por una plaga de carcoma. En total, se llevaron 9.600 euros.
El robo ha supuesto un auténtico mazazo para la congregación de religiosas -formada por nueve hermanas más la madre abadesa-, muy preocupada por los sobrecostes que en las últimas fechas habían supuesto las obras realizadas en el convento, de 300 años de antigüedad. Los únicos ingresos de las Clarisas son los derivados de sus trabajos de confección de ropas litúrgicas y encuadernación. Por eso, para hacer frente a los cerca de 300.000 euros en que se presupuestaron inicialmente los trabajos, se formó en la Villa una plataforma ciudadana destinada a recabar apoyos económicos. Parte de las donaciones se recogieron en una cuenta bancaria, pero otra importante cantidad en metálico la guardaba la congregación en el despacho de la abadesa y en la secretaría del convento.
FOTO: La abadesa Maria Luisa muestra la verja forzada por los ladrones
Los ladrones debían saberlo porque fueron directamente a esos dos sitios y no revolvieron mucho para dar con el dinero. Previamente habían forzado la puerta de entrada a la recepción del convento y después hicieron lo propio con la reja que separa la zona de acceso público del convento. Fueron directos al despacho de la abadesa y forzaron una caja fuerte que contenía 3.600 euros. Abrieron otra que contenía varias joyas -pulseras, esclavas de oro, rosarios, etcétera-, pero por alguna razón optaron por no llevárselas. En cambio, pasaron a la secretaría y sustrajeron otros 6.000 euros que las religiosas guardaban allí.
Los ladrones entraron forzando una puerta mientras las religiosas estaban en misa y fueron directos al lugar donde estaba el dinero En cambio, dejaron una caja con varias joyas
Los ladrones sabían lo que hacían. Aprovecharon la hora en la que las monjas Clarisas de Villaviciosa se encontraban en misa, el pasado domingo, para acceder al convento. Fueron directos al lugar en el que las religiosas guardaban el dinero procedente de donaciones que, en las últimas semanas, han venido recogiendo para hacer frente a las obras de reforma que necesita el vetusto edificio, atacado por una plaga de carcoma. En total, se llevaron 9.600 euros.
El robo ha supuesto un auténtico mazazo para la congregación de religiosas -formada por nueve hermanas más la madre abadesa-, muy preocupada por los sobrecostes que en las últimas fechas habían supuesto las obras realizadas en el convento, de 300 años de antigüedad. Los únicos ingresos de las Clarisas son los derivados de sus trabajos de confección de ropas litúrgicas y encuadernación. Por eso, para hacer frente a los cerca de 300.000 euros en que se presupuestaron inicialmente los trabajos, se formó en la Villa una plataforma ciudadana destinada a recabar apoyos económicos. Parte de las donaciones se recogieron en una cuenta bancaria, pero otra importante cantidad en metálico la guardaba la congregación en el despacho de la abadesa y en la secretaría del convento.
FOTO: La abadesa Maria Luisa muestra la verja forzada por los ladronesLos ladrones debían saberlo porque fueron directamente a esos dos sitios y no revolvieron mucho para dar con el dinero. Previamente habían forzado la puerta de entrada a la recepción del convento y después hicieron lo propio con la reja que separa la zona de acceso público del convento. Fueron directos al despacho de la abadesa y forzaron una caja fuerte que contenía 3.600 euros. Abrieron otra que contenía varias joyas -pulseras, esclavas de oro, rosarios, etcétera-, pero por alguna razón optaron por no llevárselas. En cambio, pasaron a la secretaría y sustrajeron otros 6.000 euros que las religiosas guardaban allí.
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